Y no es que yo no quiera escuchar, que quiero. De verdad.
Es que no puedo, no me concentro. El o ella mueve los labios y yo no oigo nada, pienso en cualquier otra cosa menos en qué esta diciendo. El problema es que llega un momento en el que abandono mis pensamientos y me doy cuenta de que tarde o temprano esa persona va a dejar de hablar y de que esperara que diga algo, y al ser posible en relación al monologo que me ha soltado.
Momentos de pánico, ¿Y ahora que hago? ¿Me río? no, ¿y si no es gracioso? y si me esta contando que se ha muerto su abuelo? ¿digo vale? ¿y si me esta pidiendo matrimonio que? ¿No digo nada? pues igual se enfada...
¿Solución? sencilla, rápida, indolora: "Que fuerte"
"Que fuerte" es una maravillosa solución para cualquier situación de este tipo, da igual que lo que te haya dicho sea bueno o malo, "Que fuerte" encaja.
y si no, te devolvemos tu dinero.