He aquí dos historias muy diferentes y en el fondo algo parecidas, ya que las dos comparten un mismo origen: una misma frase y una mente enferma.
La escena resultaba del todo patética. ¿Desde cuando la expresión “podíamos quedar los cuatro juntos” era algo que se hiciese en realidad? Era más que probable que fuera la primera vez en la historia que esto se hacía, era una pionera sí. O al menos eso quería creer ella.
Contuvo la respiración y miro su reflejo en la cristalera de aquel restaurante en el que una cena equivalía a cinco guardias, dos de ellas en festivo. Después dejo de mirarse a sí misma para centrarse en lo que había al otro lado del cristal, al fondo en una esquina una pareja en una mesa de cuatro esperaba con las manos entrelazadas por encima del mantel.
Iba a entrar, de verdad que el plan inicial, meticulosamente tramado la noche antes junto a sus buenos amigos Ben & Jerry, incluía acercarse a dicha mesa y confesar que no, que ella no había sido capaz de rehacer su vida que lo sentía mucho pero era mentira. Ni tenía pareja ni podrían cenar esa noche juntos. De verdad, que ese era el plan.
Pero todo plan cuidadosamente tramado es libre de abortarse, así que cogió el teléfono y cuando al tercer tono el hombre de aquella mesa soltó la mano de su pareja y descolgó, ella carraspeo y dijo:
“Lo siento, pero no vamos a poder ir” y tosió tres veces.
La escena resultaba del todo patética. Aquel hombre adulto que hacia escasos minutos la había llevado al orgasmo estaba llenando la funda de su almohada de una mezcla de mocos, saliva y lágrimas. Y qué más daba como se llamara ella o porque te le había dejado hacia escasas semanas, a follar se viene llorado de casa.
Ella se levantó de la cama sintiéndose incapaz de seguir contemplando aquella imagen y desnuda se acerco a su escritorio y saco un paquete de tabaco de su bolso. Y allí, desnuda y apoyada sobre los cajones de la mesa encendió un cigarrillo mientras lo miraba de arriba abajo.
“Hoy invita la casa, pero haz el favor de salir de aqui”
Y es que en el fondo, todos tenemos nuestro corazoncito.
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