No es homofobia, es pereza.
Por todos es sabido, que existen una serie de frases que actúan como válvula de escape para todos aquellos momentos en los que un amigo o una amiga se pone pesado.
"¿pesado? no... mi amigo no se pone nunca pesado... nos contamos nuestros problemas, nos apoyamos..."
ya.
ya, ya.
pesados, muy pesados. Todos nos ponemos muy pesados alguna vez, sobre todo cuando el eje del problema es el de siempre: le quiero pero no me quiere, me quiere pero a veces, le quiero pero a veces no, no le quiero pero quiero que me quiera, le quiero normal...
A simple vista, todos podemos apreciar en estas frases la existencia de un drama, un profundo drama personal. Pero no es un drama amoroso, no. El verdadero drama lo vive la persona que con mucha (pero que mucha) paciencia escucha, asiente, escucha, asiente y vuelve a escuchar.
Para estas ocasiones contamos con un repertorio de frases homologadas, una de mis favoritas es aquella que usa exclusivamente el género femenino: da igual lo que haya hecho el hombre, da igual que la haya dejado tirada en mitad de un descampado a las 4 de la mañana, que se haya tirado a otra amiga en común (que de ahora en adelante en todas las conversaciones en las que no este presente será denominada de alguna forma peyorativa en al menos una ocasión por protocolo) o simplemente se haya conectado hace cinco minutos y no haya contestado a la berenjena del whatsapp que ella le mando. Da igual, porque tú como amiga tienes una frase clave, tienes la solución, ni siquiera hace falta que hayas escuchado la mayoría del monologo que te ha soltado sin piedad ninguna, tú siempre puedes decir:
"tía, no te rayes. No merece la pena que te rayes por él"
y después de soltar esta autentica joya, este maravilloso logro de nuestro sexo siempre puedes continuar con otro gran clásico como:
"si es que son todos iguales, son todos imbéciles/como críos/unos cerdos..."
¿Siempre?
Siempre NO
Si a quien consuelas es un chico que te llora y moquea por otro chico, no tengo muy claro que se recoge en el código civil, pero creo que insultar a todo su género y por tanto a él, no es la mejor solución.
Y este es el gran inconveniente Gay, que sus amigos nos vemos obligados a forzar la mente tratando de buscar algún comentario que introducir entre lamento y lamento.
Este es el único inconveniente, la única pega verdaderamente seria que se le puede encontrar, si encuentras alguna más, haztelo mirar.
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