El pasado Martes fue el cumpleaños de mi abuela, y por la tarde fui con mi padre a visitarla y a llevarla un presente, viejunamente hablando.
Bien, llevo visitando esa casa desde mi más tierna infancia, pero no fue hasta este martes cuando analice detenidamente las figuras "decorativas" que mi abuela tiene en las estanterias del salón, a cada cual más espantosa, terribles diría yo.
Recomiendo al posible o a la posibla lectora de este panfleto electrónico que si se considera sensible o impresionable dirija el cursor de su raton inmediatamente hacia el aspa roja de la esquina superior derecha y se olvide de todo cuanto atañe a este rincon de internet.
Para todos aquellos valientes que decidis seguir leyendo, estas son las figuras que podemos encontrar en el salon de mi abuela:
Desde el clasico mendigo leproso que arregla zapatos y pide limosna, quien no tiene uno en casa.. (¿?)
Una figura agradable donde las haya, que mejor manera de sujetar tus libros que con un hombre feliz y radiante como este.
junto a el, para no desentonar, un budha de color negro ( de que color iba a ser si no...)
El budha sonrie maleficamente como descojonadose de mi cara de susto tras cruzarme con el mendigo zapatero de tez palida y manos negruzcas.
Mi abuela nunca cumplio mucho con sus obligaciones de cristinana pero de ahi, a tener un buhda encima de la tele.. de aqui deduci que mi abuela no esque tenga las estanterias orteras, no, esque es politeista.
Segui avanzando en mi expedicion y me tope con esto:
Si señores, efectivamente es un mexicano que se parece a el lider de IU tocando un instumento de cuerda y de extremidades inferiores y superiores totalmente desproporcionadas. Fijense en sus manos y pies. No hare más pregunas señoria.
Este es su acompñante en la humilde estanteria:
Una bonita jarra para beber sangre de cabra durante los rituales satanicos. No le veo otra utilidad.
Y para terminar..... redoble de tambores por favor...
El mitico jarron chino de los comics de tintin!!!
pues bien, esta decoración digna del interiorista personal de Satán es la que tiene y ha tenido desde que tengo uso de razón mi abuela en su salón.
Me resisto a aceptar que mi abuela invirtio un solo céntimo en estas grotescas obras diseñadas por una mente enferma, asique he decido pensar que son el resultado de una larga vida (84 años) en la que mi abuela se ha topado con malas personas, ciegos y enemigos que quisieron tener un detalle.
Buenas noches.
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