miércoles, 31 de marzo de 2010

Sacando el santo a pasear

El otro día me impactó ver en la televisión a un hombre llorar. LLoraba como si le hubieran arrancando el alma, la hubieran tirado al suelo y entre patadas y esputos la hubiera desgarrado.

No se de que me sorprendo, es una imagen típica en España cuando una semana santa viene pasada por agua.
Menudo disgusto, que no podemos sacar al Santo a Pasear.


No me gusta la Semana Santa, me da miedo.
No le veo sentido.
Las figuras son feas, estan todos tristes y desnutridos. No ay una puñetera virgen contenta, que la costaba sonreir, que para una vez al año que la sacan de paseo..

No me gusta que mueva tanto dinero una fiesta religiosa, ni que ocupe el 45 % del informativo.
No me gustan las señoras que visten a sus nietos con el cucurucho ese en la cabeza, le hacen dos agujeros a lo Casper y le tienen toda la tarde andando por las calles junto a hombres descalzos que se dan latigazos en la espalda.

No veo porque en pleno siglo XXI el santo no puede ir en carroza como los reyes magos, porque que se tienen que deslomar los pobres hombres, porque encima van a paso de tortuga, cuando todo el mundo sabe que cuando algo pesa mucho se doblan las rodillas y se corre mucho mientras progesivamente perdemos altura y finalmente tiramos el peso en su sitio antes de desplomarnos.
No es lógico.

No me gusta el ruido tétrico de los tambores. Sacamos el peor ritmo del instrumento, en Río lo hacen mucho mejor.

Con lo bonita que le quedó la Navidad al Cristianismo, y lo mal que le salió la Semana Santa..
Será que como en esta no colaboró el Corte inglés, se conoce que no había ni ganas, ni presupuesto.

No me gusta la Semana Santa, pero estoy de vacaciones, asi que por mí, como si se llevan al santo de tapas.

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