viernes, 22 de enero de 2010

Discriminación aleatoria del proveedor de cafeína

Hoy, viernes, y después de que la población de neuronas de mi cerebro se haya declarado en huelga para lo que queda de día,
(No olvidemos que estamos en periodo de exámenes y al igual que los sudokus los examenes, cuando no salen, queman mucho)
voy a dedicar esta humilde entrada a un elemento imprescindible de esta nuestra facultad.
Si, me estoy refiriendo a

LA MÁQUINA DE CAFE

Ese elemento tan importante, estrategicamente situado a la salida de la biblioteca donde alumnos como yo nos dejamos nuestros miseros euros por un chute de cafeína.

Pues bien esta máquina, la de mi facultad, tiene vida. Y no sólo eso, si no que tiene cualidades humanas.
Tiene capacidad de elección. Y discrimina como nadie.

Juega a ser Dios con nuestra drogodependencia.
Una veces decirde darte lo que has pedido, otras no.
Algunas veces considera que has pedido demasiada cafeína, otras veces vela por tus niveles de glucemia..

Pero sin duda, lo que a mi me recarcome el alma y me escurre el espiritu es que sin saber por qué he entrado en su lista negra.

Si, estoy en la lista negra de la máquina de cafe.
Esta máquina me odia y como prueba de ello nunca me da un palito para que pueda revolver el cafe.

Tras mucho meditarlo (ya que se trata de un asunto muy serio) he llegado a la conclusión, basandome en el nivel de desarrollo tecnológico actual, que la máquina no puede decidirlo por si misma.
Por lo tanto sólo queda una posibilidad.

Dentro de esa máquina hay un hombre muy pequeño que prepara los cafes y le caigo mal.
Supongo que tendra dolor de espalda de estar metido ahí dentro todo el día y necesita canalizar toda esa mala leche.
Cualquier dia llamaré a Nescafe y les pedire que me den todos los palitos transparentes que me deben o que me den la parte proporcional del palito en el precio del cafe.
En cualquiera de los casos podría construirme una casa.

"- No Marta no, la maquina funciona mal. Y punto no hay más."

Pues ami me gusta más mi idea.


Por último, y para terminar con este estúpido conjunto de palabras dire que me parece increíble que en la máquina ponga: todos los productos valen 50 cent.
Cuando uno de ellos es : "Solo vaso"

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